Comunicado del Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires
7 de noviembre de 2021
Desde hace un tiempo, se ha tornado frecuente ver manifestaciones -amparadas por la Secretaría de Cultura de la CABA- que son francamente ofensivas para todos aquellos que profesamos la fe católica.
Estas demostraciones de mal gusto y que están muy lejos de ser consideradas manifestaciones de arte, se han realizado con el auspicio de un organismo estatal.
Más allá de lo burdo, al ser un hecho que se repite y se sistematiza, no se puede dejar de pensar que detrás de estas presentaciones existe una intencionalidad.
¿Cuál es la intención detrás de una acción que despierta tanto encono en una parte tan importante de nuestra población? y ¿Cuál es la intención de mostrar tal aberración en un período preelectoral?
Una forma de ver las cosas es que según algún diseño electoral, mostrarse "progresista" puede ser una forma de atraer el voto de los jóvenes y para llevar a cabo este fin, todo vale.
Equivocados en todo, también lo están en la valoración que realizan de la juventud. La subestiman al creer que se los puede engañar al mimetizar su postura con la de una "seudo cultura", que ha olvidado el respeto por las creencias del otro. Los jóvenes, al igual que todos, también tienen expectativas genuinas de crecimiento personal, valores y creencias.
Ninguna religión debiera ser ridiculizada, pero que desde la misma Secretaría de Cultura de la CABA se fomente, es una muestra de lo bajo que ha caído la forma de hacer política.
Estamos convencidos de que todas las buenas personas que habitan en nuestro país, más allá de si son o no creyentes, deben sentirse ofendidas por este tipo de agravios y en tiempos de tantas preocupaciones para la ciudadanía, pareciera que la única inquietud de las autoridades es trabajar para crear heridas.
Como cristianos somos gente de paz, pero por favor no argumenten el pretexto de la libertad de expresión: existen normas básicas de respeto y de convivencia y en estas ocasiones todas han sido omitidas.
De cualquier forma, la ofensa es a nosotros: a los cristianos, a los católicos, a un país entero y a su historia, pero no a Dios. Dios y su Iglesia están por encima de la insignificancia.
Dra. Elena R. Passo
Presidente
Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires
Dr. Alejandro R. Martínez Wagner
Secretario
Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires
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